Cuando se abandona el hogar, la pregunta de a qué temperatura ajustar la calefacción y si es mejor apagarla o dejarla encendida es muy común. Entre el ahorro de energía y el confort térmico, encontrar el equilibrio adecuado puede ser delicado.
El consumo energético de una vivienda está dominado en gran medida por la calefacción, alcanzando casi dos tercios. Frente a esta realidad, en este artículo proponemos responder a las preguntas más comunes para ayudarte a ahorrar en calefacción.
¿Qué es mejor apagar la calefacción o dejarla encendida?
Si tu ausencia es de corta duración, se recomienda reducir el termostato de 3 a 5°C en comparación con la temperatura de confort. En caso de ausencia prolongada de varios días, el instituto para la diversificación y ahorro de la energía recomienda reducir la temperatura a alrededor de 14°C. Esto garantiza un mínimo para prevenir problemas relacionados con la humedad, como el moho, y asegura que tu hogar conserve una temperatura agradable a tu regreso.
Sin embargo, para una ausencia prolongada en la que tu vivienda estará desocupada durante un período extenso, ajusta tus radiadores en modo antihielo. Según las directrices del IDAE, la temperatura debe ajustarse entre 8 y 12°C, según los dispositivos instalados. Este es el umbral óptimo para evitar que las tuberías se congelen y contribuir al ahorro energético.
¿Es más económico apagar la calefacción cuando sales?
La idea de apagar y encender la calefacción al salir puede parecer lógica, pero no siempre es la más eficiente desde el punto de vista energético. Las casas se enfrían más rápido de lo que piensas, y calentar una habitación fría puede requerir más energía que mantener una temperatura estable. Por lo tanto, un ajuste moderado durante tu ausencia puede ofrecer un equilibrio óptimo.
Invertir en un termostato programable es una solución muy buena en este sentido, ya que ofrece una gestión más inteligente y eficiente del sistema de calefacción, adaptándose a tus hábitos diarios. Del mismo modo, las válvulas termostáticas inteligentes ofrecen una solución adicional para un control preciso y automatizado de la temperatura en cada habitación, añadiendo una dimensión extra de personalización y eficiencia a tu sistema de calefacción doméstico.
Estos dispositivos modernos te permiten establecer horarios y temperaturas específicas según tus necesidades. Por ejemplo, puedes reducir la temperatura durante las horas de trabajo o por la noche cuando estás bajo las mantas.
Su enfoque programable contribuye a optimizar el consumo de energía, ya que la calefacción funciona sólo cuando es necesario. Así, puedes ahorrar en tu factura energética manteniendo un nivel de confort adecuado.
Incluso, las opciones de control remoto a través de aplicaciones móviles aumentan la flexibilidad y la comodidad. En resumen, una inversión inteligente que combina confort y eficiencia.
¿Cómo se gasta menos con la calefacción?
Para optimizar la gestión de la calefacción cuando abandonas tu hogar, puedes implementar varias estrategias. Aquí tienes algunos consejos:
- Aislamiento e inercia térmica. Asegúrate de que tu casa esté correctamente aislada para evitar pérdidas de calor innecesarias. Ventanas bien aisladas, puertas herméticas y un aislamiento adecuado en paredes y techos contribuirán a mantener el calor en el interior. Además, considera, si es necesario, realizar trabajos para aumentar la inercia térmica, es decir, la capacidad de una casa para almacenar y liberar calor.
- Cerrar adecuadamente puertas, ventanas y persianas por la noche. Antes de salir, asegúrate de que todas las puertas y ventanas estén bien cerradas. Las fugas de aire pueden provocar pérdidas de calor significativas, lo que puede aumentar tu consumo de energía.
- Uso de cortinas. Persianas gruesas y cortinas bien ajustadas se pueden utilizar para conservar el calor durante la noche y minimizar las pérdidas de calor. Durante el día, dejarlas abiertas permite aprovechar el calor natural del sol.
- Mantenimiento de los equipos de calefacción. Asegúrate de que tu sistema de calefacción esté en buen estado de funcionamiento. Un mantenimiento regular garantizará una eficiencia máxima y reducirá el riesgo de averías durante tu ausencia.
- Energía renovable. Si es posible, considera el uso de fuentes de energía renovable, como paneles solares o una bomba de calor. Estas soluciones no solo contribuyen a reducir tu huella de carbono, sino que también pueden generar ahorros a largo plazo.
Combinando estas medidas, ya sea que elijas poner la calefacción al mínimo o apagarla por completo, podrás no solo optimizar la gestión de tu calefacción durante tu ausencia, sino también contribuir a un uso más sostenible de la energía.
