En un momento en el que el precio de la energía está en niveles máximos, valorar sistemas de calefacción distintos es un tema de gran actualidad. Las bombas de calor y las calderas son los dos sistemas que actualmente se consideran más baratos y convenientes. Descubramos juntos los pros y los contras de ambos.
Calefacción por bomba de calor opiniones
Un sistema de calefacción con bomba de calor se compone de un circuito cerrado en cuyo interior hay un fluido refrigerante sujeto a cambios de estado cíclicos desde la fase líquida a la gaseosa y viceversa.
Estos cambios de estado implican variaciones de temperatura y presión y se producen en primer lugar en el evaporador donde, captando calor del ambiente (agua, tierra o aire), la bomba de calor puede transformar su fluido de líquido a vapor, enfriando.
Por el contrario, cuando la transformación vuelve a pasar de gas a líquido, cede calor al aire o al agua y, por lo tanto, calienta. Para este proceso se necesita de un compresor que varíe sus presiones a lo largo del circuito variando así sus temperaturas de evaporación y de condensación
Todo ello se lleva a cabo de forma cíclica y finaliza mediante una válvula de expansión que permite que el fluido vuelva a sus condiciones iniciales.
Las bombas de calor permiten calentar nuestro hogar de forma sostenible y accesible.
Ventajas y desventajas de una bomba de calor
Utilizar una bomba de calor como generador de calor para nuestro hogar ofrece numerosas ventajas.
- La sostenibilidad ambiental. Una bomba de calor puede transferir mediante un ciclo de refrigeración el calor captado en el aire exterior, en las aguas subterráneas o en el subsuelo al agua del sistema, con un consumo eléctrico bastante reducido. Además de utilizar una fuente renovable gratuita, una bomba de calor no emite CO2 ni otras sustancias contaminantes por qué no quema combustibles fósiles.
- Eficiencia energética. Una bomba de calor aporta al sistema mucha más energía de la que consume, con una eficiencia que cambia a medida que varía la temperatura de funcionamiento.
- Ahorro. Producir energía térmica con una bomba de calor, utilizando una fuente de energía renovable gratuita, sobre todo si se combina con un sistema fotovoltaico con sistema de acumulación para la producción de la electricidad consumida, garantiza por lo general un importante ahorro en los costes de la calefacción.
- Calefacción y refrigeración. Las bombas de calor también son reversibles. Esto significa que pueden captar el calor del interior de la vivienda y traspasarlo al exterior, logrando de esta forma una función de refrigeración. Todo esto permite tener en un único sistema tanto la calefacción como las funciones propias del aire acondicionado.
- El valor de la vivienda aumenta. Con un sistema de calefacción eficiente que, al igual que la bomba de calor, pueda introducir el uso de fuentes de energía renovables, también se puede subir el nivel de la clase energética de la vivienda, aumentando de esta forma su valor para los potenciales compradores.
Sin embargo, la decisión de adoptar una bomba de calor también tiene algunos inconvenientes.
- La viabilidad con respecto al entorno. Lamentablemente, no siempre se puede utilizar la bomba de calor como generador. Por ejemplo, es posible que no se tengan los requisitos necesarios. De hecho, para los sistemas con aguas subterráneas o superficiales, no solo se debe disponer del recurso hídrico, sino que también se deben poseer las autorizaciones necesarias para poder utilizarlo. Del mismo modo, por lo que respecta a las soluciones geotérmicas, es indispensable disponer de espacios exteriores para el sistema de intercambio de calor con el suelo, que a su vez debe ser del tipo adecuado.
- El espacio ocupado. Una bomba de calor ocupa muchos más espacio que una caldera, ya que necesita, por ejemplo, un depósito para producir agua caliente sanitaria.
- La temperatura de funcionamiento. Para ofrecer el máximo rendimiento, las bombas de calor deben funcionar dentro de determinados rangos de temperatura. De hecho, en caso de temperaturas exteriores especialmente extremas, hasta el sistema más moderno podría no ser particularmente eficiente y, por lo tanto, ser poco económico.
Calefacción por caldera: opiniones
Hay diferentes tipos de calderas y otros tantos combustibles para alimentarlas. Estas son las principales:
- Las calderas de gas, eléctricas o de gasóleo. Son modelos tradicionales que calientan el agua que circula por un circuito de calefacción central y alimentan los radiadores o el suelo radiante.
- La caldera de condensación. Es una caldera que recupera el calor de los humos producidos por la combustión del gas o del gasóleo, lo que le permite ser un 35% más eficaz que las calderas tradicionales.
- La caldera de pellets o de madera. Utiliza fuentes de calor baratas, naturales y sostenibles, en lugar de combustibles como el gas o el petróleo.
Aunque los principios de funcionamiento de estas calderas son relativamente similares, la diferencia radica principalmente en el tipo de combustible utilizado para alimentar el quemador, que repercute en la factura energética anual. La leña es seguramente la fuente de calor más barata (aparte de la energía solar o eólica, que son gratuitas), pero la caldera de condensación tiene la ventaja de extraer el máximo de energía del combustible y de tener menos emisiones contaminantes que sus homólogas más "clásicas".
La caldera de condensación es por tanto la solución más ecológica y más económica cuando se quiere instalar un sistema de calefacción central de gas. Por eso, vamos a utilizarla para esta comparación.
Ventajas y desventajas de la caldera de condensación
Como en el caso de la bomba de calor, adoptar una caldera de condensación aporta muchas ventajas como:
- La sostenibilidad y el ahorro en la factura. La caldera de condensación puede utilizar y consumir menos gas que una caldera tradicional, con un ahorro de hasta un 20 %. También produce menos gases de escape y de baja temperatura.
- Adaptabilidad y flexibilidad de uso. Se puede instalar en cualquier vivienda muy fácilmente y también se puede combinar con sistemas de calefacción tradicionales como los radiadores. Además, ahorra espacio porque no requiere almacenamiento de combustible.
Sin embargo, no faltan los inconvenientes.
- Es más apta para un uso prolongado de la calefacción. Las ventajas de la caldera de condensación se obtienen con un uso constante de la calefacción. De hecho, si no hay necesidad de ello, los costes elevados de instalación podrían ser difíciles de amortizar.
- Conexión al sistema de aguas residuales. Si pasa de una caldera tradicional a una de condensación, esto es indispensable para evacuar el condensado residual de la combustión.
- Mantenimiento periódico. El mantenimiento de una caldera es obligatorio por ley y es bueno ser consciente de todos los gastos periódicos en los que se va a incurrir, antes de elegir ese aparato.
Diferencia entre bomba de calor y caldera
Como hemos visto, tanto la bomba de calor como la caldera ofrecen muchas ventajas en términos de atención al medio ambiente y de ahorro en la factura.
En cambio, si nos centramos en las diferencias, la primera que encontramos es que desde el punto de vista de la reducción del consumo, un sistema de bomba de calor es significativamente más eficiente que cualquier tipo de caldera.
Con la combustión, en efecto, la caldera transforma 1 m³ de gas metano en 10 kWh térmicos.
Si consideramos que el precio de 1 m³ de gas ronda 1€ (en condiciones normales, sin tener en cuenta la emergencia actual), por lo que 1€/10 kWh térmicos, obtenemos un gasto de 10 céntimos por kWh térmico.
La bomba de calor, por otro lado, con 1 kW eléctrico/hora toma calor del exterior y lleva 3-4 kWh térmicos al interior.
Teniendo en cuenta que 1 kWh eléctrico cuesta unos 30 céntimos, el ahorro con la bomba de calor es de un 30%.
En cuanto al coste inicial de adquisición de los dos sistemas, sin embargo, es la bomba de calor la que obliga a una inversión mucho más cara.
Dicho esto, gracias a la mayor eficiencia y a la reducción de los costes de funcionamiento, el gasto se amortiza en un plazo de 5 a 6 años.
Pero mucho también depende de la zona y del tipo de vivienda.
Por ejemplo, en lugares especialmente fríos, una caldera de condensación puede ofrecer quizás un mayor confort, ya que la bomba de calor se esfuerza más en términos de eficiencia a temperaturas muy bajas.
Además, se debe sin duda tener en cuenta si se trata de un sistema ya existente o de un sistema en una vivienda nueva.
De hecho, en el segundo caso, por ejemplo, al poder diseñar el sistema de la mejor manera desde el principio, sería preferible adoptar la bomba de calor, ya que esta podría utilizarse también en verano como aire acondicionado, que podría ser muy eficiente si se integra con paneles solares.
Por el contrario, en el caso de viviendas ya existentes, un sistema de bomba de calor podría ser difícil de instalar por motivos físicos, pero también por sus elevados costes de adaptación.
Por lo tanto, en este caso, adoptar una caldera de condensación será probablemente la mejor opción.
Con ésta bastará para reducir el coste de las facturas, sin transformar por completo el sistema existente.
Es importante recordar que la instalación de ambos métodos de calefacción está subvencionada por el gobierno.
Ahorrar aún más con un sistema de calefacción inteligente
Independientemente de si la calefacción de tu hogar funciona con una bomba de calor o con una caldera de condensación, un sistema de calefacción inteligente puede ayudarte a ahorrar dinero y aumentar la eficiencia de tu sistema.
Concretamente, eso te permite transformar tu sistema tradicional en un sistema de calefacción inteligente, inalámbrico y por zonas, que puede personalizarse para cualquier tipo de vivienda.
Por ejemplo, gracias a un arranque inteligente puedes gestionar tu generador de calor (caldera de condensación o bomba de calor), también a distancia a través de una aplicación, utilizándolo solo cuando es realmente necesario y reduciendo significativamente su encendido y su consumo.
De la misma manera, un termostato inteligente permite ajustar la temperatura de los diferentes ambientes y, además, medir la temperatura, la humedad y la calidad del aire de la zona del hogar en la que se encuentra. Se puede conectar también a un sensor de temperatura exterior para un control más preciso de la calefacción.
Resumiendo, aprovechando las ventajas de la domótica, puedes controlar el funcionamiento de tu caldera o de tu bomba de calor, aumentar su eficacia y adaptarlas a tu estilo de vida para reducir el consumo de gas al mínimo necesario.
Cómo el sistema de calefacción IRSAP NOW se adapta a los dos sistemas
Independientemente de si la calefacción de tu hogar funciona con una bomba de calor o con una caldera de condensación, el sistema de calefacción inteligente de IRSAP NOW te ayuda a ahorrar dinero y aumentar la eficiencia de tu sistema.
IRSAP NOW es la calefacción inteligente compatible con todas las calderas y bombas de calor con contacto TA y con los principales fabricantes de válvulas termostatizables.
Concretamente, IRSAP NOW es el sistema de gestión innovador que permite transformar tu sistema tradicional en un sistema de calefacción inteligente, inalámbrico y por zonas, que puede personalizarse para cualquier tipo de vivienda.
Está diseñado específicamente para mejorar el confort, reducir el impacto en el medio ambiente y ahorrar optimizando el consumo y controlando todo cómodamente desde tu smartphone a través de la aplicación.
En particular, al añadir el Starter IRSAP NOW, podrás gestionar tu generador de calor (caldera de condensación o bomba de calor), también a distancia a través de la aplicación, utilizándolo solo cuando es realmente necesario.
En concreto, el Starter IRSAP NOW puede maximizar la eficiencia de tu generador de calor, para permitirte reducir significativamente su encendido y reducir el consumo.
Además, el Starter puede sustituir a un termostato con control remoto de la caldera y se puede instalar cerca de ella o donde existan conexiones directas al generador de calor (caldera o bomba de calor).
De hecho, el Starter IRSAP NOW se alimenta por cable, mediante conexión directa al generador de calor (caldera o bomba de calor) en el que está instalado, o mediante conexión a los cables eléctricos del antiguo termostato, en caso de que este se sustituya.
Si es necesario forzar el encendido de la caldera o la bomba de calor (por ejemplo, para un control anual del calentador), solo tendrás que pulsar el botón central del Starter: la caldera se encenderá y el botón central parpadeará en rojo.
Además, el Starter se integra perfectamente con el termostato inalámbrico de IRSAP NOW.
Este termostato inteligente permite ajustar la temperatura de los diferentes ambientes y, además, puede medir la temperatura, la humedad y la calidad del aire de la zona del hogar en la que se encuentra y puede sustituir a cualquier termostato con cable del mercado.
Al instalar un Starter en la caldera, se puede eliminar el antiguo termostato y colocar el Smart Thermostat donde prefieras.