La humedad en el hogar no es sólo una molestia, sino un problema que puede comprometer la salud, el confort y la seguridad del entorno doméstico. Es uno de los problemas más comunes, sobre todo en los meses más fríos y húmedos, cuando las condiciones meteorológicas favorecen su aparición. Las paredes húmedas pueden desarrollar moho, los suelos de madera corren el riesgo de hincharse y sus pulmones pueden sufrir alergias y dificultades respiratorias.
En IRSAP sabemos que la humedad puede ser un enemigo difícil de combatir. Por eso hoy, aprovechando nuestra experiencia en el sector y nuestros conocimientos, hemos decidido compartir con usted soluciones prácticas y eficaces para reducir la humedad de forma duradera, manteniendo su hogar seco, sano y confortable durante todo el año.
¿Qué causa la humedad en el hogar?
La humedad en los espacios interiores suele ser el resultado de varios factores combinados. Las actividades diarias, como cocinar, lavar la ropa, secarla en interiores y ducharse, liberan grandes cantidades de vapor de agua al aire. Este vapor, si no es adecuadamente gestionado, se acumula y genera un ambiente más húmedo.
Otras fuentes de humedad importantes son las fugas de agua, que pueden surgir en tuberías, grifos, o incluso filtrarse desde el exterior en paredes y techos poco impermeabilizados, y la falta de ventilación adecuada, ya que sin un flujo constante de aire, el vapor queda atrapado en las habitaciones, generando condensación en superficies frías como ventanas, espejos y paredes.
En zonas de alta humedad exterior, la situación se complica aún más, especialmente si la vivienda carece de un sistema de calefacción adecuado o de aislamiento que ayude a mantener el ambiente cálido y seco. En estos casos, el aire húmedo del exterior entra en la casa y aumenta el riesgo de moho en las paredes, malos olores y daños en la estructura de la vivienda.
Cómo bajar el nivel de humedad en una habitación
Para reducir la humedad en una habitación de manera efectiva, existen diversas técnicas y recursos que puedes implementar. Algunas de las más recomendables son:
- Ventilación natural. Abre ventanas y puertas para permitir una mejor circulación de aire fresco, lo cual ayuda a reducir la acumulación de humedad. Si es posible, realiza esta ventilación a primeras horas de la mañana o en la tarde, cuando las temperaturas exteriores son más frescas y no se introduce calor adicional.
- Usar un deshumidificador. Estos dispositivos son ideales para eliminar el exceso de humedad en espacios cerrados y ayudar a mantener el nivel adecuado en baños, sótanos y cocinas. Los deshumidificadores modernos son compactos y eficientes, y algunos modelos pueden regularse automáticamente según el nivel de humedad del ambiente.
- Evitar secar ropa en el interior. Secar la ropa dentro de casa libera grandes cantidades de vapor de agua en el aire, incrementando notablemente la humedad. Siempre que sea posible, seca la ropa en el exterior o utiliza secadoras con sistema de ventilación hacia fuera.
- Usar extractores de aire. Los extractores son especialmente útiles en baños y cocinas, ya que eliminan el vapor directamente al exterior y previenen que el exceso de humedad se extienda a otras áreas.
- Controlar la temperatura ambiente. Mantener la temperatura adecuada en el interior de tu hogar es fundamental para reducir la humedad relativa en el ambiente. Un sistema de calefacción eficiente ayuda a mantener el aire cálido y seco, lo que previene la condensación en superficies frías y evita la acumulación de humedad. En los meses más fríos, un sistema de calefacción bien gestionado asegura que el aire no se vuelva demasiado húmedo, lo cual es clave para evitar la formación de moho. Del mismo modo, el aire acondicionado no solo refresca, sino que también reduce la humedad en el aire al enfriarlo y eliminar el exceso de vapor. El uso de estos sistemas permite un control más preciso del clima interior, contribuyendo significativamente a mantener los niveles de humedad bajo control.
¿Qué es lo mejor para absorber la humedad?
Existen productos y métodos naturales que pueden ayudar a absorber la humedad en el ambiente. Por ejemplo, el carbón activado, la sal marina y el bicarbonato de sodio son absorbentes naturales de la humedad. Colocar recipientes con alguno de estos materiales en áreas con problemas de humedad puede ayudar a reducir los niveles de agua en el aire.
Además, las plantas también desempeñan un papel crucial en la lucha contra la humedad. Especies como la palma de bambú, que es muy resistente y fácil de cuidar, el lirio de paz, que además de absorber la humedad purifica el aire, y la hiedra inglesa pueden ser una opción natural para mejorar el ambiente añadiendo también un toque decorativo y natural a tu hogar.
¿Qué hacer si hay mucha humedad en casa?
Si el nivel de humedad en tu hogar es excesivo, es esencial tomar medidas adicionales para proteger tanto la salud de sus ocupantes como la estructura de la vivienda. Aquí te sugerimos algunos pasos prácticos y efectivos:
- Instala un sistema de calefacción adecuado. Utilizar un sistema de calefacción eficiente ayuda a mantener el aire cálido y seco durante las épocas más húmedas, reduciendo así el riesgo de problemas como el moho y la condensación en las paredes. Para mayor efectividad, considera calefacción inteligente, que permite programar y regular la temperatura de cada habitación, adaptándose a los niveles de humedad y mejorando el confort en toda la casa.
- Revisar y reparar fugas. Las fugas de agua en tuberías, grifos, techos o paredes pueden contribuir significativamente al aumento de humedad en el hogar. Es fundamental revisar periódicamente todas las instalaciones de agua para detectar posibles filtraciones y repararlas de inmediato. No solo ayudará a mantener niveles de humedad controlados, sino que también evitará daños estructurales en la vivienda.
- Aplicar pintura impermeabilizante. En áreas especialmente vulnerables a la humedad, como baños, sótanos o cocinas, se recomienda usar pintura impermeabilizante. Este tipo de pintura crea una barrera protectora en las superficies, reduciendo la absorción de humedad en paredes y techos, y ayudando a prevenir problemas de condensación y moho.
- Mejorar el aislamiento de la vivienda. Un buen aislamiento en paredes, ventanas y puertas evita que el aire húmedo del exterior ingrese al hogar. El aislamiento térmico también ayuda a mantener una temperatura interior estable, minimizando el riesgo de condensación en superficies frías. Optar por ventanas de doble vidrio, sellar posibles grietas y mejorar el aislamiento en paredes exteriores son excelentes inversiones para un ambiente más controlado y confortable.
- Instalar ventilación mecánica controlada (VMC). La ventilación mecánica controlada (VMC) es una solución eficaz para controlar la calidad del aire y la humedad en casa. Este sistema asegura la renovación constante del aire, regulando la entrada y salida de aire fresco y expulsando el aire húmedo del interior. La VMC es especialmente útil en hogares con poca ventilación natural, ya que ayuda a reducir la acumulación de humedad y mejora el confort sin necesidad de abrir ventanas, lo cual es ideal en climas fríos o lluviosos.