La excepción ibérica es la medida que permite a España y Portugal fijar un límite al precio del gas natural utilizado para producir electricidad.
De hecho, desde mediados de 2021, la crisis energética ha elevado los costes en todos los sectores, provocando una ola de inflación. Por lo tanto, ya que la falta de interconexiones entre la península y el resto de Europa limita la capacidad de España y Portugal para acceder a la diversidad de fuentes de suministro y a los mercados de energía europeos, la Comisión Europea les permitió fijar durante 12 meses un tope al precio de la energía.
Para abordar esta situación y mejorar la integración energética, se han impulsado proyectos de interconexión de gas y electricidad entre España, Portugal y el resto de Europa. Estos proyectos tienen como objetivo aumentar la capacidad de transporte de gas y electricidad a través de infraestructuras como gasoductos y líneas de interconexión eléctrica, lo que permitirá una mayor integración de los mercados energéticos y una mayor diversificación de las fuentes de suministro.
¿Qué es la excepción ibérica?
La "excepción ibérica" es un tema relevante en el contexto de la política energética y la cooperación europea, ya que busca garantizar una mayor eficiencia energética, fomentar la competencia y fortalecer la seguridad energética en España, Portugal y en toda la Unión Europea.
En España, para evitar el encarecimiento que esta situación geográfica provoca, el gobierno Pedro Sánchez ha aplicado la excepción ibérica a través delRD Ley 10/2022, fijando un tope de 40 euros/MWh al precio del gas natural que se utiliza en la generación eléctrica. Desde diciembre de 2022, el tope de 40 euros se encareció de 5 a 5 euros mensuales hasta llegar a los 55 euros/MWh durante el mes de marzo.
El nuevo RD Ley 3/2023, ha prorrogado esta medida para 2023 y ha modificado los incrementos mensuales previstos. Cuando el precio del mercado de gas está por debajo del tope establecido, esa excepción simplemente no se aplica.
¿Quién paga la excepción ibérica?
La excepción ibérica contempla el pago de una compensación a las centrales de gas, de carbón y parte de las de cogeneración para que cobren por la electricidad en base al precio real del gas natural y evitar que produzcan pérdidas.
Esa compensación se paga de una parte con los ingresos derivados de la transacción transfronteriza de electricidad entre España y Francia, que se calculan como el total de la energía intercambiada por la diferencia de precios de ambas zonas, por otra, a través de una cuota impuesta por los países ibéricos a aquellos compradores que se beneficien de la puesta en marcha de la medida.
Ese reglamento obligará a rehabilitar gran parte del parque de viviendas de los países miembros, entre ellos, España. La normativa establece la necesidad de renovar los inmuebles y situarlos en la letra E en 2030 y en la D en 2033, hasta llegar a una calificación energética A o B desde 2040.
¿Qué es la calificación energética?
La calificación energética es una medida que indica cuánta energía consume un inmueble para cubrir sus necesidades de calefacción, refrigeración, agua caliente y otros servicios energéticos.
Esta calificación se expresa normalmente mediante una letra, que va desde la "A" (la más eficiente, consumiendo menos energía) hasta la "G" (la menos eficiente, consumiendo más energía) y ayuda a los propietarios y usuarios a conocer el consumo energético del inmueble y a identificar posibles mejoras.
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Para calcular la calificación energética, se tienen en cuenta diversos factores, como el aislamiento térmico del edificio, la eficiencia de los sistemas de calefacción y refrigeración, la orientación del edificio y el uso de energías renovables, entre otros.
Para obtener un certificado de calificación energética tienes solo que:
- Buscar un técnico certificador autorizado para que visite tu vivienda.
- Registrar el certificado al organismo competente de tu comunidad autónoma, para que verifique que todo sea correcto y lo oficialice.
¿Cómo reducir el consumo de electricidad en el edificio?
Para mejorar la calificación energética de un edificio y aumentar su eficiencia energética, se pueden implementar diversas medidas y mejoras. Aquí hay una lista de cosas a tener en cuenta:
- El aislamiento térmico: Mejorar el aislamiento de paredes, techos, suelos y ventanas reducirá las pérdidas de calor en invierno y ganancias de calor en verano, lo que disminuirá la necesidad de calefacción y refrigeración.
- Las ventanas eficientes: Instalar ventanas con doble acristalamiento y marcos aislantes ayudará a mantener la temperatura interior, evitando fugas de calor o frío.
- Los sistemas de calefacción y refrigeración eficientes: Reemplazar equipos antiguos por sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes, como calderas de condensación, bombas de calor o sistemas de aire acondicionado de alta eficiencia, contribuirá a un menor consumo de energía.
- El uso de energías renovables: Integrar fuentes de energía renovable, como paneles solares fotovoltaicos o sistemas de energía geotérmica, permitirá generar energía limpia y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
- Una iluminación eficiente: Cambiar las bombillas incandescentes por lámparas LED o de bajo consumo reducirá el consumo de electricidad para la iluminación.
- La gestión inteligente del consumo energético: Implementar sistemas de gestión y control de energía, como termostatos programables o sistemas de automatización, permitirá un uso más eficiente y adecuado de la energía.
- La concienciación y cambio de hábitos: Fomentar prácticas sostenibles entre los usuarios del edificio, como apagar luces innecesarias, evitar el uso excesivo de calefacción o aire acondicionado y realizar un uso responsable de los electrodomésticos, puede marcar una diferencia significativa en el consumo de energía.
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Al implementar estas medidas, se puede lograr una mejora en la calificación energética del edificio, lo que resultará en un menor consumo de energía, una reducción de las emisiones de carbono y un ahorro importante en la factura de luz a lo largo plazo. Además, contribuirá a la protección del medio ambiente al reducir la huella de carbono del edificio.
