El azul marino es el color dominante en este apartamento, aportando sofisticación a la estancia. Este tono intenso se suaviza con el uso de materiales naturales, como la madera, la piedra y el cristal, presentes en la mesa de comedor y en la mesa de centro con una base de piedra metálica.
En la habitación de invitados destaca una chimenea decorativa empotrada en un mueble alto que imita un fuego real y aporta calidez al espacio. Un gran sofá se integra armoniosamente en la pared.
El equilibrio entre modernidad y tradición es evidente en todo el apartamento. En el dormitorio principal, una lámpara de pie tradicional se sitúa junto a un sillón moderno y minimalista. En el dormitorio de invitados se observa el mismo contraste, con un panel decorativo vintage y un armario minimalista de cristal esmerilado.
Los cuartos de baño son diferentes: el baño compartido tiene un panel decorativo impermeable que añade un toque exótico a la pared, mientras que el baño pequeño sigue un estilo clásico y refinado, con un color ámbar que le añade profundidad.
En conjunto, la fusión de colores y materiales une símbolos modernos y clásicos, creando un ambiente que combina el pasado y el futuro.