Esta reforma relata la transformación de un piso de 56 metros cuadrados en el centro de Madrid. El cliente quería crear un espacio flexible. Studio Madera transformó el espacio con un único propósito y significado para el cliente: diseñar un espacio donde forma y funcionalidad se unieran para crear ambientes habitables y armoniosos.
"Concebimos la arquitectura de interiores como la búsqueda continua del equilibrio entre funcionalidad, diseño e impacto positivo en la vida de nuestros clientes. Creemos que los espacios deben adaptarse a las necesidades y exigencias de las personas. La percepción de lo que entendemos por vivienda está cambiando, porque los estilos de vida y el concepto de familia también evolucionan. Es necesario ofrecer nuevas soluciones a lo que se presenta. Diseñamos un revestimiento de madera lacada en blanco para que actuara como elemento integrador de los pasos a las distintas estancias.
La cocina se diseñó como un elemento integrado en la zona de estar. Varios muebles juntos permiten utilizar ambos espacios. Unas puertas plegables enrasadas dividen la habitación de invitados/estudio del salón, pero también crean una separación con el cuarto de baño y el dormitorio principal."